El Córdoba CF está firmando una temporada de sobresaliente gracias a su autoridad a la hora de conseguir victorias y a un estilo de fútbol ofensivo que ha colocado a los blanquiverdes como el segundo equipo de la competición que más goles hace. Sin embargo, hay un detalle que luce menos pero que es más importante si cabe para que esos resultados estén llegando de manera continuada. Es la defensa, un engranaje vital en este CCF de Iván Ania cuyos números están camino de quedar marcados en la historia de la entidad.

Y es que los 28 goles que ha encajado el Córdoba CF en las 34 jornadas disputadas hasta la fecha lo ponen en la senda de terminar como la mejor defensa en la historia del club cuando ha competido en la tercera categoría. Tomando como referencia la Segunda División B y su sucesora en ese tercer escalón del fútbol nacional -la Primera Federación- los hombres de Iván Ania manejan ahora mismo los mejores registros defensivos de un club que ha estado nada más y nada menos que 24 temporadas en la categoría de bronce.

Para tomar conciencia del mérito que tienen esos registros defensivos del Córdoba CF actual basta con señalar que solo en dos temporadas de esas 24 que el club ha competido en la tercera categoría del fútbol español ha podido dejar su registro defensivo en los 30 o menos goles encajados.

El mejor dato defensivo en la historia del CCF en Segunda División B, tomando como referencia las ligas de 20 equipos como la actual, se produjo en la campaña 1994-95, cuando el Córdoba fue campeón de la fase regular concediendo únicamente 28 goles, justo los que ahora lleva encajados el equipo de Iván Ania. Entrenado por Crispi, aquel Córdoba contaba bajo palos con un seguro de vida como Avelino Viña, que acumuló parte del mérito del éxito defensivo de un equipo que defendía como un bloque. Tristemente, aquel CCF no logró el ascenso en la liguilla posterior a la fase regular.

El segundo registro es de unos años antes, en la temporada 1990-91, curiosamente también con Crispi en el banquillo. Un Córdoba CF con Mallo en portería y nombres tan reconocibles en defensa como Rafa Berges, Momparlet, Paco Jémez u Ortega terminó la fase regular tras 38 jornadas habiendo encajado únicamente 30 goles.

Por tanto, el reto para el Córdoba CF de Iván Ania está ahí. Los blanquiverdes tienen la oportunidad de igualar la mejor marca histórico en lo que a datos defensivos se refiere si completan las cuatro jornadas que restan sin encajar gol. Una tarea complicada aunque nada descabellada, a tenor del buen momento que atraviesa el equipo y del gran desempeño colectivo en esas tareas defensivas.

Cuanto menos, este Córdoba sí parece encaminado a igualar o incluso mejorar ese segundo registro, el conseguido en el curso 90-91. Un hito que tiene un mérito enorme y que ha sido la base del excelente rendimiento del equipo en una temporada en la que aspira a dar el salto a Segunda División.

El mérito de Carlos Marín

Aunque el aspecto defensivo es una de esas facetas en las que debe participar todo un equipo, es evidente que el Córdoba CF cuenta con un portero de garantías que, en momentos complicados, ha dado a su equipo serenidad y le ha salvado de situaciones desfavorables. Gracias a ello Carlos Marín está peleando por ser el Zamora de la categoría, en un curso en el que ha dejado la portería a cero en 16 ocasiones de los 33 partidos que ha disputado (se perdió uno por sanción).

El almeriense se ha mostrado como un baluarte para Iván Ania y los suyos y va camino de dejar su nombre inscrito en la historia del club por el motivo más satisfactorio para un portero como es el de no encajar goles. Este Córdoba CF tan ofensivo y atrevido en ataque es también un seguro de vida en defensa. Ahí radica buena parte de su privilegiada posición en la tabla.